miércoles, 27 de noviembre de 2013

MONÓLOGO
BODAS Y MÁS BODAS

 

Lo que nunca entenderé son las bodas y el matrimonio. ¿Para qué casarse si cuando hay un hijo te quedas sin casa y encima pagándola? Lo mejor es juntarse, pero nunca atándose a nadie. 
El otro día me encontré con un amigo y me dijo que se iba a casar con Pepa (la de las naranjas) y yo pensé: ¡ja, ja... te va a dejar pelado! ¡que es una tienda de mujeres con el 60% de descuento! Yo nunca me he casado, ni he tenido ningún hijo y ¡sigo vivo!
Otra cosa son las bodas, te gastas un montón de dinero para que la gente coma, gente que casi ni conoces. La prima segunda de tu mujer o el primo o incluso el novio de sepa dios quién. ¡Con lo a gusto que se está en tu casa comiendo un pollo con patatas con tu familia!
Lo que sí veo bien son las despedidas de soltero y más si son en un pub con tus amigos y con una gogó, ¡eso sí!, pero si haces una despedida de soltero y al día siguiente te tienes que casar... 

Antonio Cruz Campos (3º ESO)


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